Edad Contemporánea
El siglo XIX se inicia en estas tierras con los difíciles años de la Guerra de la Independencia, a la que Sajambre aportó 40 hombres reclutados en 1811 y suministros de diferente naturaleza (pan, maíz, forraje, pieles, madera) para la intendencia de los acuartelamientos de Riaño, Liegos, Acebedo o Portilla. Las propias tropas francesas se asomaron a Sajambre el 18 de noviembre de 1811.
Conservándose sin apenas variación las estructuras tradicionales de concejo rural de Sajambre, el aspecto económico más relevante del siglo XIX fue, sin duda, la Desamortización de los bienes eclesiásticos que tuvo como consecuencia inmediata la subasta pública de las posesiones de Sahagún, que para entonces sólo conservaba en Sajambre el derecho de presentación en Santa María de Oseja y las rentas de su parroquia y fábrica. Se desamortizaron y subastaron también las pertenencias de la Obra Pía del Arcediano (valorada en 44.903 reales y 2.191 de renta) que pasaron a poder de la familia Díaz Caneja; y se desamortizaron igualmente los bienes de las capellanías que habían sido fundadas en los siglos XVII y XVIII, todos ellos fincas rústicas. Asimismo, en 1841 se abolieron legalmente los mayorazgos, aunque a diferencia de lo sucedido con las posesiones eclesiásticas, los otrora bienes vinculados simplemente cambiaron de categoría jurídica (ahora en régimen de propiedad), pero no llegaron a cambiar de manos. Tras la mejora de los viejos caminos debida al Arcediano, hay que destacar la importancia que para Sajambre supuso la construcción de la carretera nacional de Sahagún a Las Arriondas, sobre todo en su tramo del Desfiladero de los Beyos, portentosa obra de ingeniería iniciada en 1885 que sigue despertando la admiración del viajero.
Sólo unos días después de producirse la insurrección militar en julio de 1936, Sajambre pasó a formar parte del territorio controlado por el bando nacional. En realidad, desde julio de 1936 hasta principios de octubre de 1937 el frente se mantuvo en las tierras de Sajambre (aún pueden contemplarse algunos fortines de aquella época en Ribota y en el túnel de Los Beyos) y, una vez más, en la línea marcada por el puerto de Beza. Sin embargo, el avance de las tropas rebeldes hacia Asturias no se hizo atravesando las peligrosas angosturas de los Picos de Europa, sino a través del más accesible paso de Arcenorio. Junto a las heridas de la Guerra Civil, la convulsa época contemporánea también dejó en Sajambre las cicatrices de la emigración: a Hispanoamérica (sobre todo a Méjico y también a Cuba y Argentina) a partir de mediados del siglo XIX, a Europa central (Francia, Bélgica, Alemania) y a las principales ciudades industriales de la Península ya en el siglo XX.
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